Pequeño relato: «Fotografía y la Red»

¿Sabes cuantas personas hay conectadas a Internet en el mundo?

Pues no, no lo sé.

Hay muchas, ¿sabes? Más de las que te puedas imaginar y de todo tipo.

A mi solo me interesan las personas que conozco.

¿Y quienes son esas personas?

Mis amigos. Están conectados a la Red y es por ahí donde compartimos cosas.

¿Qué tipos de cosas?

Pues cosas de todo tipo. Como por ejemplo música, fotos,…

¡Alto! Un momento. ¿Fotos dices?

Claro, compartimos fotos. Yo puedo subirlas para que mis amigos me dejen comentarios.

¿Y que tipo de fotos?

Pues mías, de mis amigos y familia, fotos que he sacado y de las que estoy orgullosa, ¡fotos que quiero compartir con todos!

¿Sabes cuantas personas hay conectadas a Internet en el mundo?

¿Por qué me vuelves a hacer la misma pregunta?

Vuelvo a hacértela porque creo que aún desconoces la respuesta.

Muchas, muchísimas, ¿cierto?

¿Y cuantas personas ven tus fotos?

Solo mis amigos, las personas que yo decida.

Vuelves a desconocer la respuesta a la pregunta que te hago.

Creo responderte de forma correcta.

No, te equivocas. Al subir una foto a Internet no solo la compartes con las personas que decidas, en la Red no tienes poder de decisión. Basta que una persona copie, guarde o capture la pantalla para poseer tu fotografía, esa que solo tú pensabas compartir con unos amigos
y de la que estás tan orgullosa de haber sacado.

Sé que solo dices esas cosas para asustarme. Nadie va a querer una foto mía y mucho menos sacada por mí.

Te sorprenderías, pero no es de eso de lo que te quiero hablar. Vengo a contarte que en la Red todo es de todos. Sí, de esas muchas personas que están conectadas en el mundo y que, al igual que tú, buscan, encuentran y comparten grandes fotos. Las de nuestros ídolos, las de personas desconocidas, las de fotógrafos que en el momento de la captura se encontraban solos con la cámara y ahora ven su trabajo expuesto al mundo entero.

Pero eso es bueno. Así consiguen fama. Yo también quiero que se me reconozca, por eso comparto mis grandes fotografías.

No, vuelves a equivocarte. Pocos conocemos a los autores de nuestras fotos favoritas. De hecho, pocos tenemos gusto por la buena fotografía.
Pero te diré una cosa, a ti, que te gusta este mundo, que quieres aprender y tienes una cámara para empezar a hacerlo. No subas tus fotos, no expongas al mundo entero tu trabajo. La satisfacción del buen profesional está en aquello que solo el mismo sabe que puede conseguir y aun así espera al momento adecuado para mostrar a los demás, a solo aquellos que sabrán apreciarlo.

¿Quieres que deje de subir mis fotos?

No, quiero que tan solo muestres al mundo un poco de lo eres capaz, una milésima parte. Si esperas tu momento, tu trabajo será reconocido y no se convertirá en otra imagen más de recurso sin nombre.

*

La foto de esta entrada no es una de estas que pretendo denunciar, no es de recurso, no la encontré tecleando «cámara» en Google. Es una fotografía de un momento único, especial, hecha por mí y a una persona importantísima en mi vida. En el momento que la fotografía deje de significar eso mismo, un recuerdo, una emoción o un sentimiento, deja completamente de servir al propósito de su creación.

3 comentarios en “Pequeño relato: «Fotografía y la Red»

  1. Toda la razon del mundo, me ha gustado muxo tu relato y la forma en la que das a entender que realmente la privacidad en la red es totalmente nula 🙂

  2. Tu relato es precioso,
    se me ha pusto la piel de gallina con las últimas frases que has puesto.
    Me alegro que sigas siendo tan creativa y que sepas transmitir
    cosas tan bonitas por escrito!..
    Vas a llegar muy lejos 🙂
    Saluditos!

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